SAINZ, SANCIONADO, SALE DESDE EL PIT LANE
Hamilton consigue la vital pole de Mónaco por delante de Rosberg con Alonso 13º
Esta vez no hubo polémica en la clasificación del GP de Mónaco. Lewis Hamilton se hizo con la pole por delante de Rosberg tras un error brutal de su compañero en su vuelta definitiva. El británico será el primero en una parrilla en la que Fernando Alonso saldrá 13º. Carlos Sainz recibió sanción por parte de la FIA por no acudir al pesaje y tendrá que salir desde el pit lane.
Y en la clasificación más importante de toda la temporada, el McLaren-Honda falló. Justo en la que no había que fallar, en la que te daba el 80% de tu posición final del domingo. Justo en esa en la que el motor no es tan importante y en la que las fuerzas se igualan dando mayor importancia al piloto. Justo cuando nada debía salir mal, salió mal. El coche dejó K.O. a Fernando Alonso en Q2 y el asturiano tuvo que ver desde la barrera cómo Hamilton y Rosberg se jugaban una pole que terminó cayendo del lado del británico.
Porque si la fiabilidad fue la que rompió los planes de Fernando, lo que le pasó a Nico es que él mismo cometió un error que le impidió estar en la batalla cuando había que estar en ella. En pleno duelo, en plena vuelta cronometrada, se comió la rueda delantera izquierda por un inmenso bloqueo. Así, imposible. imposible batir a un Hamilton que tiene ya mucho ganado de cara al reparto de puntos de la carrera dominical.
Lewis no cometió error alguno. Se mostró relajado, a buen seguro borrando de su mente el incidente con el propio Rosberg en la Q3 de 2014 para estar más tranquilo. Atacó cuando tenía que atacar, decidió cuando tenía que decidir y dominó. Dominó frente a su compañero y también frente a Vettel, tercero. El cielo tampoco supuso un nubarrón en su cabeza, pues aunque amenazó la lluvia él no se dejó amedrentar por las pocas gotas caídas en Montecarlo.
La fiabilidad deja fuera a Alonso
Y eso que en las estrechas calles monegascas lo de tener el motor más potente era lo de menos. Que se lo digan a Williams, con Bottas cayendo en Q1 y con Massa haciendo lo propio en Q2. Precisamente esa era la fe de Honda, de McLaren-Honda, pero cuando había que acertar se falló. Primero porque Alonso salió tardísimo en Q1 y entre el tráfico y la lenta puesta a punto de los neumáticos a punto estuvo de decir adiós. Y segundo porque de poco valen las mejoras y la potencia si luego el coche se para solo en plena recta.
Mucha fe tenían en poder pisar Q3, y habría sido posible, tal y como se saca de las palabras de Fernando tras bajarse del monoplaza. Si Jenson Button no lo hizo no fue porque no lo intentara, sino porque una bandera amarilla de Nico Rosberg lastró su último intento en Q2. Iba mejorando, él lo sabía, y cuando por radio le dijeron que estaba fuera sus palabras y su forma de expresarse denotaban que sí, que era aquí. Que era en Mónaco donde se iban a notar los brotes verdes.
Sanción para Sainz
No sólo no se notaron en cuanto a resultados, sino que las posiciones de salida de ambos hacen que les espere una carrera dura y posiblemente aburrida. Un tren de coches puede ser eso tras el arranque, un tren en el que Sainz habría salido octavo. Es habría y no saldrá porque de poco o de nada le valió toda la clasificación al madrileño. No acudir al pesaje de la FIA le hizo recibir una sanción tras una investigación y al final tomará la salida desde el pit lane.
En el transcurso de las rondas clasificatorias, lo cierto es que el Toro Rosso también notó que eso de los motores en el Principado valen de bastante poco. El motor Renault no les 'detuvo' como en otras pistas con más necesidad de velocidad punta y tanto Verstappen como él fueron fuertes. Eso sí, al final, cuando en Q3 todos iban dando el máximo, bajaron el nivel.
Mónaco, una prueba diferente
Por abajo, Roberto Merhi no pudo batir a Will Stevens, pero se le pudo ver más sonriente que en otras ocasiones. Queda ver cómo terminan todos, pues aunque Mónaco puede ser un trenecito de coches bastante curioso es muy probable que una bandera roja agite la prueba. Eso, si se acierta con la parada, puede deparar sorpresas. Y es que, guste o no, la prueba monegasca es una de esas citas diferentes del Mundial. De las que penalizan cada error con un adiós antes de llegar a la bandera a cuadros.