MERHI, ALONSO Y SAINZ, TRAS SUS COMPAÑEROS

Hamilton consigue la pole de China en otra exhibición de Mercedes; McLaren fuera en Q1

Ni Mercedes debe saber todo el potencial que tiene su coche. Cuando piensas que lo has visto todo, llegan y dan tal martillazo a los tiempos para hacer inútiles los esfuerzos del resto. Lewis Hamilton ha sido el mejor de la Q3 del GP de China con un 1:35.782 que le hizo ser casi un segundo más rápido que Vettel, tercero.

En otro mundo. Así están Hamilton y Rosberg cuando se trata de luchar por la pole con respecto al resto. El GP de China ha sido la demostración clara de que a una vuelta los chicos de Mercedes no tienen rival alguno. Ni vistan de rojo, de blanco, de azul o de amarillo chillón. Sólo ellos, los de plata, son los que se llevan el mayor premio posible de los sábados. Lewis fue el mejor, con un 1:35.782, a casi un segundo de Vettel, que fue tercero.

Objetivo cumplido para Mercedes. No podían fallar tras lo de Malasia y no fallaron. Era una obligación, era más que una obligación incluso, el poner tierra de por medio con respecto a los dos Ferrari y el volver a su galaxia particular. Una en la que nadie les tose, en la que nadie les tosa. En la que solo viven y vivan ellos para que el Mundial, las poles y las carreras sean un mano a mano entre Hamilton y Rosberg.

Y en ese cara a cara, Lewis gana. Gana porque aún con la misma máquina el británico se está mostrando superior a un Nico que empieza a no ver salida al túnel por el que pasa su Mercedes. Poco podía hacer el germano con el tiempazo que se marcó Lewis aunque a punto estuvo de lograrlo, con un crono que ha vuelto a dejar claro que el plata es el color que se lleva este 2015 a pesar de lo sucedido en Sepang. Sí, objetivo cumplido.

La Q2, territorio vedado para McLaren-Honda
McLaren-Honda sigue sin poder decir eso. Al menos no lo puede decir con la boca excesivamente grande. Es cierto, han mejorado. Han reducido la enorme brecha de tres segundos que había en Australia con los líderes de Q1 y ya están a menos de dos. Y también lo han hecho con los de zona media, habiendo décimas entre unos y otros. Pero a pesar de todo, a pesar de que las cosas están cada vez menos oscuras, la Q2 sigue siendo un sueño.

Sólo los Manor estuvieron por detrás de Jenson Button y de Fernando Alonso. Los problemas del asturiano, los que tuvo en los Libres 3 y le impidieron rodar con blandos y salir durante los 60 minutos de sesión, no se reprodujeron. Pero el no haber probado con la goma amarilla no le hizo ningún bien. Así pues, fuera en 18 minutos de clasificación, y otra vez a salir desde atrás y a rezar para que en carrera la fiabilidad no les dé un susto.

El motor Ferrari, a años luz del de Renault
Eso espera Ferrari, y en especial Sebastian Vettel. Dar un susto a Mercedes. Casi se lo pegan ellos, pues en Q3 se olía el desastre ante unos Williams que empujaban al máximo y que a punto estuvieron de dejar a los rojos sin su privilegiada posición tras los dos Mercedes. Raikkonen cayó ante ellos, pero no Seb. Todos sabemos lo rápido que es el tetracampeón a una vuelta, lo demostró en Red Bull y lo está demostrando en Ferrari.

Como Sauber, que fueron muy veloces en clasificación. El motor Ferrari tira; el motor Renault no tanto. Los coches que cargan su unidad de potencia sufren en China y Carlos Sainz no está siendo una excepción. Ante el poder ferrarista de Ericsson y Nasr, el madrileño cayó en Q2 junto a Verstappen y Kvyat, que 'casualmente' también llevan motor francés. Merhi se quedó fuera en Q1 y clasificó tras su compañero Stevens.

A jugarse los puntos
Ahora sí las piezas están colocadas en el tablero de Shanghái. El asfalto chino verá a Lewis Hamilton en lo más alto de la parrilla por delante de Nico Rosberg y de Sebastian Vettel. La clasificación es territorio Mercedes, pero la carrera bien puede ser diferente. A ello se aferra Sainz para entrar en los puntos, algo que será complicado pero no imposible. Todo por decidirse en China.

Más sobre este tema: