"DOS HORAS EN UN COCHE/SAUNA", DICE ALONSO

Marina Bay lleva al límite a varios pilotos

Magnussen pasó por el centro médico tras "vivir un infierno", Kvyat acabó deshidratado y Vettel apenas pudo atender a los medios debido a las náuseas. Los pilotos trabajan a unos 45º dentro del cockpit con una humedad cercana al 80% en el trazado urbano de Singapur.

"Estoy viviendo un infierno, no puedo más"

El GP de Singapur es uno de los largos del Mundial, con 61 vueltas al trazado urbano de Marina Bay y temperaturas de hasta 45º dentro del cockpit, amén de una humedad cercana al 80%. Tanto es así, que algunos pilotos vivieron un auténtico calvario entre sus muros.

Kevin Magnussen aprovechó la salida del 'safety car' para subirse la visera del casco y alzar los brazos por encima del cockpit para tomar un poco de aire. "Estoy viviendo un infierno, no puedo más", decía por radio el danés de McLaren. "El agua me está quemando al boca", añadía. 

Magnussen tuvo que pasar por el centro médico al término de la carrera; al parecer, un problema dentro de su coche hizo subir la temperatura dentro del MP4-29. "Es el punto más difícil que he conseguido en mi vida", confesaba el nórdico de 23 años. 

"No sé si había algo mal con el coche, pero mi asiento empezó a estar muy caliente , lo que hizo las cosas muy incómodas", dijo el piloto danés. Daniil Kvyat, piloto de Toro Rosso, también sufrió deshidratación al quedarse sin agua al final de la carrera.

Vettel no pudo atender a la RTL alemana
A Sebastian Vettel, por su parte, se le vio visiblemente afectado durante la rueda de prensa posterior a la carrera y tuvo que interrpumir su intervención con la RTL debido a la náuseas.

Fernando Alonso 'bromeó' con la dureza del trazado y subió una foto a Twitter de sus pies 'escaldados': "Pies después de dos horas en un coche/sauna", escribió el asturiano.

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