"Podéis jugar con los juguetes, siempre y cuando no los rompáis". Era la única norma del equipo Mercedes y en Spa se rompió. El pacto de no agresión saltó por los aires tanto como el neumático de Hamilton y el neumático de Rosberg. El incidente no terminó con la bandera a cuadros; continuó en el podio con los abucheos a Rosberg y siguió en el corralito con las ruedas de prensa. "Es inaceptable", dijo Wolff.