No pudo celebrar Fernando Alonso su Gran Premio 200 de la mejor forma posible. Ni con una victoria, ni con un podio, ni con puntos... ni tan siquiera pudo celebrarlo pasando por la bandera a cuadros. Abandono del asturiano en un GP de Malasia, un gran GP de Malasia, que ha terminado con el triunfo de Vettel con Mark Webber segundo tras una gran batalla entre los dos RB9 y con Lewis Hamilton completando el podio de Sepang.
Y fue una pena. Una pena desde la segunda curva. Una fatídica segunda curva en la que Fernando no midió bien o en la que Vettel frenó más de la cuenta. Fuese lo que fuese, lo que pasó de verdad fue que Alonso tocó a Sebastian y su alerón delantero quedó descolgado de un F138 que se negaba a decir adiós a una carrera en la que la victoria era posible. Valiente, pero temeraria. Tan temeraria fue que su monoplaza se partió en dos.
Ahí se terminó la visita a Sepang de Alonso. Ahí se acabó la prueba para un Fernando que ni pudo pelear la victoria ni pudo hacer nada para evitar el triunfo de Sebastian Vettel. Un triunfo que a punto estuvo de no producirse tanto por Mercedes como por Red Bull. Y es que Webber no quería ser un segundón en Kuala Lumpur y casi contesta en pista el mensaje del alemán cuando por radio dijo que quitaran de en medio a Mark.
Se avecina tormenta en Red Bull
Casi le contesta en directo. Porque Webber era primero y porque Webber quería ganar. Quería ganar a toda costa, aunque eso significase llevarse puesto a su compañero de equipo con, o contra, el que protagonizó una espectacular batalla en la que a punto estuvieron de quedarse fuera los dos, una batalla que Christian Horner calificó como de estupidez y de la que Sebastian salió llamando estúpido a su compañero de equipo.
Por suerte para Vettel, y para Red Bull, no tuvieron que lamentar nada. Ni tampoco del hecho de tener a Lewis Hamilton detrás durante toda la carrera... y delante en parte de la misma. Porque a pesar de que el británico se equivocase de box yendo al de McLaren en vez de al de Mercedes, al final tras una parada, brillante parada, se puso la medalla de plata por un instante, justo hasta que Sebastian logró pasarle en la recta de meta.
Hamilton se quedó atrás
Y es que Hamilton se fue diluyendo poco a poco. Duró lo que le duraron los neumáticos, pero lo que duró volvió a demostrar que no se ha ido a Mercedes para pasar el rato. Tercero Lewis, y cuarto Rosberg, con el que también protagonizó una batalla bastante más limpia y controlada que la de Red Bull en la que ambos se repartieron adelantamientos mutuos y que concluyó con Hamilton victorioso y en un puesto de podio.
Primer podio del británico con su nuevo equipo, podio al que no pudo llegar Raikkonen. Al que ni se acercó Raikkonen, peleando con Pérez y con Hulkenberg durante gran parte de la carrera. Ya les habría gustado a los dos Force India poder haber protagonizado alguna batalla, pero los 'pit stop' realizados fueron bastante pobres y al final ni uno ni otro concluyó en Sepang. Tampoco terminó Button y dejó solo a Pérez en los puntos.
Gran carrera de Bianchi
Puntos a los que casi llega un Marussia. Sí, un Marussia. El Marussia de Jules Bianchi, que sigue sacando lo mejor de la escudería con menor presupuesto de la parrilla para concluir en la 13º posición de un Gran Premio complicado, muy complicado, y más sabiendo que era la primera vez que el galo corre en Sepang.
Sepang, Malasia 2013, una prueba que será recordada por ser la 200 de Fernando Alonso en la F1, por su toque con Vettel y sobre todo por un podio que parecía más una pelea de pareja debido a la gran tensión existente entre Vettel y Webber y con Red Bull oliéndose un lío importante entre sus dos pilotos.