El de China es un Gran Premio con muchas peculiaridades, en el que ha llovido en la mitad de las carreras disputadas. Fernando Alonso, como el resto de los campeones en parrilla, ya sabe lo que es ganar en Shanghai; siempre ha calificado entre los 6 primeros y es el que más kilómetros ha liderado la prueba, casi 500. La vuelta rápida aún está en manos de Michael Schumacher (2004).