CORRIDAS GENERALES DE BILBAO 2014 | 18 DE AGOSTO

Triunfos menores de Adame y Del Álamo ante descastados toros de Alcurrucén

Los diestros Joselito Adame y Juan del Álamo han cortado sendas orejas de escaso peso en la tercera de las Corridas Generales de Bilbao, en la que se lidió un descastado encierro de la ganadería de Alcurrucén.

Apariencia de trapío, por fuera, y de bravura, por dentro, tuvieron los toros de Alcurrucén de la tercera de las Corridas Generales. Pero sólo apariencia.

Con presencia por delante, por sus serias y astifinas cabezas y sus desarrollados cuartos delanteros, a los toros toledanos les faltó en cambio remate y cuajo por detrás. Y, sobre todo, armonía de hechuras.

Descompensados físicamente, salvo los mejor hechos cuarto y sexto, ninguno pudo empujar con fuerza sus embestidas desde los riñones, el verdadero motor de la bravura.

Como tampoco pelearon con celo en el caballo ni se emplearon con verdadera entrega tras los engaños. Pero la sosa movilidad de algunos pudo hacer ver casta donde no la hubo.

Eso sí, noblones y manejables, y faltos de chispa, algunos dieron ciertas facilidades para los triunfos, también más aparentes que contundentes, del mexicano Joselito Adame y del salmantino Juan del Álamo.

Adame paseó una oreja de poco peso del quinto de la tarde, un toro grandón, alto y vareado de carnes, que tuvo una nobleza descastada y una movilidad simplona durante la técnica faena que le planteó el mexicano.

Sin apretarlo ni molestarlo, conduciéndolo siempre en línea recta y sin apreturas, consiguió Adame que durara sin más el toro, en una labor de más oficio que entusiasmo rematada de una estocada defectuosa.

Con el segundo, que se desfondó pronto, el torero de Aguscalientes apuró sin éxito en una faena más larga de lo aconsejable.

La otra oreja de la tarde la paseó Juan del Álamo en el cierre de corrida, aunque ya antes se la habían pedido del tercer toro, un ejemplar de tarda y cansina embestida al que intentó poner el ritmo que no tenía.

Similar de planteamiento fue su trasteo con ese sexto del triunfo, que se desplazó sin emplearse tras la muleta de un Del Álamo colocado casi siempre en la pala del pitón, en trazos lineales y de poco esfuerzo para el enemigo.

Aunque la faena fue a menos, el salmantino acabó paseando una oreja de similar valor que la concedida a Adame. Paradójicamente, se fue sin trofeos Paco Ureña, el matador de la terna que puso más empeño ante los de Alcurrucén.

El torero murciano ya se fajó con mucha firmeza hasta acabar imponiéndose al primero, un toro de muy feas hechuras y que se defendió con creciente genio.

Para compensar, enlotó en segundo turno el toro de trapío más armónico y mejor tipo de la corrida, que en cambio resultó ser un manso declarado en el caballo.

Con poca raza, sí se dejó hacer ese quinto en la muleta, en otro trasteo de largo metraje y en cuyo último tramo consiguió Ureña los más sinceros y largos naturales de toda la tarde.

Ficha del festejo
Seis toros de Alcurrucén, de muy desiguales y, en su mayoría, descompensadas hechuras, con más volumen y apariencia que verdadero cuajo. Corrida de escaso fondo, blanda o mansa en varas y de juego descastado en general, aunque con algún toro manejable y de sosa nobleza.

Paco Ureña: estocada (ovación); estocada honda caída y dos descabellos (ovación tras aviso).
Joselito Adame: estocada trasera (ovación tras leve petición y aviso); estocada baja tendida y trasera (oreja).
Juan del Álamo: estocada desprendida (vuelta al ruedo tras petición de oreja); estocada desprendida (oreja).

Entre las cuadrillas, destacaron Jarocho, que saludó en banderillas en el segundo, y Óscar Bernal, picando al tercero. La plaza registró un cuarto de entrada en el tercer festejo de las Corridas Generales.

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