SEVILLA | NOVENA DE LA FERIA DE ABRIL

Dignísimo adiós a Sevilla de El Fundi en tarde de resaca

No hubo triunfos. Pesaron mucho los de la tarde anterior. Digna despedida de El Fundi, que perdió a espadas una oreja en su adiós a Sevilla tras 25 años de alternativa. Morante de al Puebla se vistó para torear, pero sólo con el capote. Castella cuajó tres buenas series en el inicio de faena del sexto.

Salió con muchas ganas El fundi con el segundo de su lote. Se lució el fuenlabreño con el capote, en los de recibo y en los quites. Tuvo mérito su labor en ese primer tercio, aunque el quite a este toro de Morante, lo dejó en menos. En el último toro en Sevilla, sacó Fandi todo lo acumulado en 25 años de alternativa. Faena templada, sentida, pero también pensada, medida, esmeradas las formas. Pinchó Fundi ese toro de triunfo. Lo enmendó con un perfecto volapié. El público de la Maestranza premió al matador madrileño con una emocionante y cariñosísima vuelta al ruedo.

Morante de la Puebla, fiel a sí mismo, no trató de justificarse y ante un ejemplar de Garcigrande, sin fondo ni clase alguna, intentó lo justo por ambos pitones y abrevió mucho, contrariando a un público más exigente de lo habitual en Sevilla, y que aún saborea lo visto en la tarde anterior con Manzanares, Talavante, Padilla y la corrida de Victoriano del Río.

Con el quinto, Morante fue otro. Destellos y pellizcos de ese duende que lleva consigo el de La Puebla. Abrevió también el sevillano esta vez. Sartenazo infame de ese 'otro' Morante, que aún sigue latente algunas tardes.

No tuvo Castella suerte con su primero, un toro que pareció más. Quieta la figura, verticalidad marca de la casa, aunque al final de cada muletazo protestaba ese toro. Hasta que le bajó la mano y se acabó la fiesta. No llegó tampoco el mensaje artístico del francés a los tendidos. Pesó mucho la víspera.

Al que cerraba tarde, Sebastián castella, justito también de fuerzas, lo lució también en recibo y quites. Pero también toro a menos, que en cuanto le bajó la mano el francés. Toro de menos a más, como sus hermanos. Mató regular el francés.

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