CORRIDAS GENERALES DE BILBAO 2017 | 22 DE AGOSTO
Triunfo sin rotundidad de Roca Rey ante un excepcional lote de 'Jandillas'
El diestro peruano Roca Rey, ha cortado sendas orejas en el cuarto festejo de las Corridas Generales de Bilbao, donde los toros de Jandilla han sido protagonistas por su calidad y ha contribuido al éxito, sin llegar a ser pleno, del matador.
Difícilmente, tal como están los tiempos y más en una plaza de primera, pueden caer en el lote de un solo torero dos ejemplares con la brava calidad de 'Otus', que así de raro era el nombre del jabonero tercero, e "Impresor", el negro listón que ha cerrado la buena corrida que la divisa de Jandilla ha soltado al ruedo de Bilbao.
Pero el hecho es que los números de ambos se anotaron juntos en el papel de fumar que alguien extrajo del sombrero del mayoral en nombre de Roca Rey, para que el peruano pudiera por fin debutar como matador de toros en Bilbao.
Dos toros, pues, dignos de la efeméride personal del matador y, sobre todo, para hacer aún más historia de haber sido cuajados con la rotundidad y la dimensión que merecían sus abundantes virtudes. O sea, con unas faenas más redondas que las que les ha cuajado el joven diestro suramericano.
Y es que, entreverados entre momentos de gran nivel y a la altura de ambos toros, ha habido pasajes de su actuación con bastante menor acople, cuando no claros desajustes, que la han hecho fluctuar entre marcados altibajos, suficientes para que se le premiara con sendas orejas pero no con las otras dos restantes que, por una u otra causa, ni se ha ganado ni se le han pedido.
El jabonero tercero, ya casi desde que ha salido al ruedo, ha embestido haciendo surcos con el hocico en la arena, con tanta entrega como clase y pidiendo una muleta que le replicara con más sutileza y temple que la que ha aplicado Roca.
Ha tardado mucho el peruano en cogerle el aire al animal, sin acertar con las teclas de sitio y distancias de los cites más que en una serie inicial con la mano izquierda cuya fórmula no ha vuelto a repetir en un trasteo animoso pero por debajo de la gran condición de un toro al que ha tumbado de una contundente estocada que por sí sola ha provocado la petición del primer trofeo.
Ha contado mucho también la gran predisposición de un público que, en la mejor entrada de lo que va de feria, tenía ganas de aplaudir y de divertirse, como se ha vuelto a apreciar en la faena de Roca Rey al sexto, que le ha regalado sus abundantes, nobles e incansables embestidas.
Pero hasta mitad de faena, cuando en vez de acompañar la inercia de las arrancadas ha decidido llevarlas embarcadas en el engaño, no ha conseguido Roca Rey brillar al nivel marcado por el de Jandilla, sobre todo en dos series bien rematadas y mecidas con la mano derecha que han provocado los olés más sentidos.
Aun así, hacia el final de la larga faena ha vuelto a repetirse las incoherencias técnicas entre las fases de adorno, que han sembrado dudas hasta que otra estocada fulminante, tras un pinchazo, le ha asegurado la segunda oreja del que debió ser un balance de trofeos más abundante.
Aunque los primeros de sus lotes han sido los toros de menos fondo de la corrida, a El Juli y a Miguel Ángel Perera también han tenido opciones de triunfo con la buena corrida de Jandilla: un cuarto y un quinto nobles y algo medidos de fuerzas al que ambos, casi como norma, han lidiado con voluntad y empeño pero también con unas exigencias y una tensión que no han contribuido a sacar la flote las virtudes de ambos ejemplares.
FICHA DEL FESTEJO:
El Juli, de gris tórtola y oro: media estocada trasera perpendicular (silencio); tres pinchazos, estocada caída y descabello (ovación tras aviso).
Miguel Ángel Perera, de gris plomo y oro, que sustituía a Morante de la Puebla: pinchazo y estocada caída (ovación); pinchazo y estocada trasera (ovación tras aviso).
Roca Rey, de pizarra y oro: estocada desprendida (oreja); pinchazo y estocada (oreja tras aviso).