SEVILLA | 10ª DE FERIA |19 DE ABRIL
Una corrida de dolor para 'El Juli' y triunfo para Nazaré y Manzanares
La corrida celebrada este viernes en Sevilla transcurrió del dolor al triunfo. De la grave cornada que sufrió 'El Juli' en su primer turno, a las orejas que cortaron sus dos compañeros, Antonio Nazaré y José María Manzanares, en la segunda parte de un festejo cargado de expectación y de tensión.
Se presentía un duelo de figuras en la Maestranza, un pulso en la cima entre 'El Juli' y Manzanares, con un tercer candidato que esperaba su oportunidad: el prometedor espada sevillano Antonio Nazaré.
Pero, como dice el refrán taurino, lo que el hombre dispone el toro lo descompone. Y fue precisamente el primero de la tarde, un serio y musculado cinqueño del hierro de Toros de Cortés, el que no sólo descompuso los vaticinios sino también el ánimo del público que volvió a abarrotar los tendidos de la Maestranza.
'Ebanista', que así se llamaba el avispado y violento manso, le tiró un seco hachazo a 'El Juli' con su "escofina" derecha, justo cuando el madrileño estaba intentando someter su descompuesta actitud defensiva.
Asentado el torero en la arena, el pitón del toraco se introdujo quince centímetros en su muslo derecho hasta llegar a la vena safena y provocarle una profusa e inmediata hemorragia. Mientras sus compañeros le llevaban a toda prisa a la enfermería, en la plaza cundió una extendida desilusión, como si la corrida que todos esperaban hubiera terminado apenas antes de empezar.
A Nazaré y a Manzanares les costó remontar la depresión con dos toros muy deslucidos, un segundo desfondado con el que estuvo aseado y limpio el sevillano y un sobrero que se rajó en cuanto el alicantino se plantó con él. Pero, a medida que de la enfermería iban llegando noticias esperanzadoras sobre el estado de 'El Juli', se fueron disipando las preocupaciones y el público volvió a centrarse en lo que pasaba en la arena. Y contó, sobre todo, que los tres últimos toros de Victoriano del Río dieron bastante mejor juego que los anteriores.
El cuarto, por ejemplo, mansón y a su aire en los primeros tercios, fue a más y mejor en cuanto Antonio Nazaré le fijó con suavidad e inteligencia, esperando siempre hasta el último momento para tirar de su cansina embestida. Varias series con la derecha y, en especial, tres más con la mano izquierda tuvieron entidad y trazo, un regusto especial en la cintura y en las muñecas del sevillano, que remató la obra con una buena estocada que propició el corte de las dos orejas.
Le faltaba sólo una para abrir la Puerta del Príncipe, y a ello salió decidido con el sexto, sólo que este hondo y noble ejemplar ni tuvo capacidad de descolgar su cuello ni fondo suficiente para que el templado, y forzosamente corto, trasteo de Nazaré sumara méritos suficientes.
El otro gran toro de la tarde, el de más entrega y calidad, fue el quinto. Y gracias a él, José María Manzanares volvió a encontrar la alegría de torear en Sevilla y de disfrutar de la pasión de un público que le tiene como su predilecto. Tuvo intensidad la faena del alicantino, siempre entregado con el toro, pero a sus muletazos, de mano baja todos, les faltó casi siempre el remate final, ese cuarto de tramo que da salida al toro y aumenta la sensación de profundidad.
Con todo y con eso, Manzanares volvió a hacer vibrar a sus partidarios y solventó, con una oreja que muchos quisieron doblar, una tarde que en los corrillos se calificaba como crítica y decisiva para el resto de su temporada.
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Victoriano del Río (el primero con el hierro de Toros de Cortés y el tercero lidiado como sobrero), bien presentados pero muy desiguales de volúmenes, y también de juego dispar: entre la mansedumbre y la falta de raza de los primeros y el buen juego de los tres últimos.
El Juli: herido por su primero.
José María Manzanares: media estocada y descabello al toro que hirió a 'El Juli' (silencio); estocada delantera y desprendida (ovación); y estocada trasera y desprendida (oreja con fuerte petición de la segunda).
Antonio Nazaré: estocada corta y tres descabellos (ovación); estocada (dos orejas); y pinchazo y estocada (ovación).
Según el parte médico del doctor Mulet, 'El Juli' fue intervenido en la enfermería de la plaza de una cornada en "la cara interna del tercio inferior de la pierna derecha, con una trayectoria ascendente de 15 centímetros, que afectó el músculo vasto interno y alcanzó el paquete vásculo femoral, provocando herida de la vena femoral. Pronóstico grave".
Todas las cuadrillas rayaron a muy buen nivel. Destacaron con las banderillas Adolfo de los Reyes y Juan José Trujillo, este tras dos grandes pares al quinto por los que saludó junto a Luis Blázquez. Se colgó el cartel de "no hay localidades" en las taquillas de la plaza.