TRAS EL RESULTADO DE LAS ELECCIONES
Sánchez inicia una ronda de contactos con sus barones y hablará con Rivera e Iglesias
El secretario general del PSOE abrirá a partir de este martes una ronda de contactos con sus barones para analizar qué pactos pueden establecerse. Además, tiene previsto hablar con Pablo Iglesias y Albert Rivera. El secretario de Organización de los socialistas César Luena subrayó que en estos comicios, los españoles han votado "cambio, pluralidad y un enfoque progresista".
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se reunirá próximamente con los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y de Ciudadanos, Albert Rivera, para intercambiar impresiones sobre la situación en la que han quedado las comunidades autónomas y ayuntamientos tras las elecciones del pasado domingo.
Sánchez ha telefoneado tanto a Iglesias como a Rivera y ha acordado con ellos mantener sendas reuniones en próximas fechas, han informado fuentes socialistas. El líder socialista ha contactado primero con Rivera y después lo ha hecho con Iglesias, después de que con éste hablara en un primer momento a través de whatsapp, según las fuentes.
Los contactos de Sánchez responden a su deseo de abrir una interlocución con Iglesias y Podemos para ofrecerles vías de entendimiento ante el nuevo escenario político surgido tras los comicios del domingo.
El PSOE depende de la postura que adopten Podemos y Ciudadanos en algunas comunidades autónomas, como Madrid, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón o Baleares, para poder desbancar al PP del poder.
También se da esa situación en algunos ayuntamientos de capitales de provincia, y en otros, son las plataformas ligadas a Podemos las que han quedado por delante del PSOE, cuyo apoyo les facilitaría las alcaldías.
En paralelo al diálogo con Podemos y Ciudadanos, Sánchez ha abierto una ronda de contactos discretos con los principales candidatos autonómicos y municipales del PSOE para comentar las bases de la política de alianzas.
Sánchez se reunirá mañana en Madrid con la presidenta andaluza en funciones, Susana Díaz, con la que también abordará la situación en Andalucía, puesto que su investidura sigue bloqueada dos meses después de que tuvieran lugar los comicios en esta región.
Líneas rojas: limpieza, empleo y derechos
César Luena también explicó que en los acuerdos que se van a tener que forjar, el PSOE va a poner como "líneas rojas" con otros partidos sus prioridades políticas: "Limpieza, empleo y derechos".
A partir de aquí, aseguró que los dirigentes territoriales tendrán "libertad en el ejercicio de las responsabilidades" que le corresponden, aunque esto es "directamente proporcional" a la "lealtad que se debe al proyecto federal del partido".
De todos estos asuntos hablarán los socialistas en la reunión del Comité Federal que han convocado para el próximo sábado, en la que habrá "un primer debate sobre principios, criterios y contenidos" de los acuerdos que habrá que tomar.
Antes de que tenga lugar esta cita --que reúne al máximo órgano de decisión del PSOE entre congresos--, Sánchez iniciará las conversaciones con Podemos y Ciudadanos, en el que será su primer contacto con Iglesias y con Rivera. Durante la campaña, el líder de los socialistas apuntó que cree que se podrá "entender" con estos dirigentes políticos.
Según explicó Luena, con los líderes de los nuevos partidos Sánchez hablará "sobre el nuevo escenario político" que hay en España, lo que también incluye Andalucía, porque "está dentro del nuevo escenario político", ha explicado, cuando se le ha preguntado en concreto por esta comunidad.
No habrá pactos globales
Por lo pronto, Luena volvió a descartar pactos globales con estos partidos, porque los acuerdos "tienen que ser sobre políticas y sobre instituciones". "A día de hoy es lo que contemplamos en la dirección del partido: acuerdos sobre políticas concretas ligados a instituciones, ayuntamientos y comunidades autonómas, que son lo que los españoles votaron ayer", ha dicho.
Luena insistió en que la voluntad de su partido es hablar con todos a excepción del PP y Bildu, es decir, con "la derecha insolidaria" del partido de Mariano Rajoy y con partidos que "siguen sin defender la libertad de verdad".
Preguntado por qué ha cambiado desde septiembre, cuando Sánchez aseguraba que el PSOE no pactaría con los "populismos" --como se refería al principio a Podemos--, el secretario de Organización replicó que el de Pablo Iglesias "es un partido político que está en las instituciones" y, "más allá de las consideraciones terminológicas", el PSOE tiene una actitud de "diálogo".
Luena subrayó que Podemos está ahora en las instituciones y hay "posibilidades de llegar a acuerdos en base a políticas concretas y programas". Y esto, ha insistido, "no es incompatible" con las declaraciones políticas que unos dirigentes hagan del resto y las "definiciones" en las que se enmarquen.
Los españoles, insistió, han votado "cambio, pluralidad y un enfoque progresista" y el PSOE "también tiene que asumir su responsabilidad", porque "está claro que los españoles no quieren que gobierne la derecha".
Pedro Sánchez y Susana Díaz ya han hablado
Por lo que se refiere a las reuniones con sus 'barones', Luena ha dijo que tendrán lugar a lo largo de esta semana y, aunque ha subrayado que tendrán carácter "privado", ha indicado que algunas serán en persona y otras telefónicas. Según ha dicho, el secretario general y la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, ya han hablado y "habrá una reunión".
"El líder del PSOE tiene que hablar con los de casa y con los de fuera", apuntó Luena, que insistió en que el objetivo de esta ronda es analizar la situación política y el escenario que se abre en cada comunidad autonóma. Según dijo, serán los candidatos quienes tendrán que hablar con los otros partidos en sus respectivos territorios, de acuerdo a los "principios" y "criterios" del partido.
Luena recalcó que el PSOE ya tiene una "maquinara federal engrasada" que "va bastante bien". "Por eso pueden tener libertad, porque tienen lealtad a los principios del partido", ha remachado, rechazando en todo momento ponerse en un escenario de que un candidato no respete las prioridades del PSOE y el criterio de la dirección. "No lo concibo", dijo.