SANFERMINES 2018

Un chupinazo y tres puertas grandes en la corrida de rejones de San Fermín

Un total de siete orejas se cortaron el día del chupinazo en Pamplona. San Fermín ya ha estado presente en este segundo festejo del abono en una tarde festiva en la que los tres rejoneadores y el público que casi ha llenado la plaza han disfrutado a partes iguales gracias a una destacable corrida de El Capea.

Pablo Hermoso de Mendoza ha sido el triunfador de la tarde al cortar tres orejas a los toros de su lote volviendo a dar una clase magistral del toreo a caballo. Toreo clásico y entrega en el cuarto de la tarde, al que desorejó tras triunfar a lomos de 'Disparate' y las 'hermosinas' creadas por el jinete navarro. Otra oreja consiguió del primero que estaba descoordinado y complicó la faena, pero Pablo Hermoso, con 'Berlín' e 'Ícaro'acortó los terrenos y consiguió el triunfo.

El segundo fue un toro serio, excelente, premiado con la vuelta al ruedo y al que Leonardo Hernández realizó una faena vibrante, desde el comienzo con un galope de costado que recorrió todo el ruedo. Entregado el público y entregado el rejoneador, consiguió, junto a 'Estoque', con el que fue templando la embestida, 'Despacio' y 'Xarope' que consiguió levantar las ovaciones del público. Cortó dos orejas y quedó abierta la puerta grande.

Y el tercer gran triunfo de la tarde sucedió en el sexto, en el que Roberto Armendáriz cortó las dos orejas a otro buen toro de El Capea con el característico galope y tranco del encaste Murube. Los quiebros con 'Ranchero', y el toreo de 'Prometido', 'Capea' y 'Camarón' le valieron para abrir la puerta del triunfo.

Ficha técnica

2ª de abono – Feria del Toro – Pamplona – Viernes, 6 de julio

Toros de rejones de El Capea y Carmen Lorenzo (cuarto) de juego desigual, destacó el sexto y fue excelente el segundo, premiado con la vuelta al ruedo (Nº32, de nombre 'Jaquetón', negro mulato nacido en 03/14 y 600 kg)

  • Pablo Hermoso de Mendoza: oreja y dos orejas
  • Leonardo Hernández: dos orejas y silencio
  • Roberto Armendáriz: silencio y dos orejas

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