En septiembre de 2015, Angela Merkel se convirtió en la heroína de los refugiados sirios cuando se mostró dispuesta a abrirles las puertas de Europa. La verdadera magnitud del problema hizo que Angela Merkel diera después pasos atrás sobre su buena voluntad inicial. El problema es inmenso, y la solución no es simple. Pero Europa no puede permanecer impasible ante lo que ocurre en su frontera oriental.