Acostumbrados como nos tienen a su presencia en las redes sociales. A desmentir a golpe de tweet. A responder al rival político en presencia de sus followers. Y hasta a darse arrumacos virtuales con el compañero de partido para demostrar la unidad vía twitter, el silencio en 140 caracteres ha puesto el acento en lo evidente. Algo pasa en PODEMOS.