PRIMERA JORNADA DEL SONAR 2014

Los sonidos oscuros y reivindicativos de Massive Attack triunfan en el Sónar Noche

Massive Attack se ha sumergido en el lado más oscuro de la sociedad contemporánea durante el concierto inaugural del Festival de Música Avanzada, Sónar 2014, que los británicos han utilizado de plataforma de presentación internacional de su reivindicativo espectáculo.

El dúo de Bristol ha combinado palabras, imágenes y música en un concierto dirigido a los sentidos y al raciocinio del espectador, al que han interpelado con mensajes sobre las nuevas formas de poder y de control de la sociedad tecnificada y mercantilista en la que vivimos. Massive Attack ha actuado ante 13.000 espectadores, una cifra que podría parecer alta en otro contexto, pero que en el Festival Sónar es un lujo reservado para la jornada inaugural, a la que sólo pueden asistir los acreditados y los afortunados que han conseguido una invitación mediante sorteo.

El próximo sábado, Massive Attack volverá a actuar en el mismo espacio de la Fira Gran Via de L'Hospitalet (Barcelona), pero el público tendrá que apiñarse mucho más ya que el año pasado estas instalaciones del Sónar Noche acogieron 80.000 espectadores a lo largo de tres jornadas. Además de apiñarse, los espectadores bajitos tuvieron que coger sitio pronto porque Robert Del Naja y Grant Marshall han optado hoy por no utilizar las pantallas laterales de la sala, lo que ha impedido a más de uno vislumbrar más allá de las espectaculares luces que se proyectaban en la parte alta del escenario. A pesar de los inconvenientes de no disponer de pantallas laterales, esta decisión ha obligado a los presentes a centrar su atención sobre el escenario, donde Massive Attack y su equipo han deslumbrado con su capacidad creativa y su complejidad técnica.

El concierto ha arrancado con un tema reciente, Battlebox, interpretado por la maravillosa voz de Martina Topley-Bird, acompañada sobre el escenario por los dos líderes de la formación y su banda habitual. En un escenario teñido de luces azules, los padres del trip-hop han desplegado su paleta de sonidos hipnóticos, mientras en las pantallas situadas tras los músicos se sucedían los nombres de medicamentos y las cifras que manejan las empresas farmacéuticas. El concierto ha ido subiendo poco a poco de intensidad, mientras los de Bristol recorrían su extensa discografía, desde los noventa, con temas como "Risingson", "Teardrop" o "Karma Coma", hasta nuestros días.

Especialmente bien recibida ha sido la canción "Angel", interpretada por Horace Andy, una leyenda de la música jamaicana que colabora desde hace muchos años con los británicos. Pero el punto álgido del concierto ha llegado con "Inertia Creeps", que el público ha aplaudido con intensidad, tanto por el poder evocador de la música como por los mensajes que los artistas han lanzado en las pantallas.

En ellos se podía leer en catalán titulares de la prensa española, como los relacionados con los retrasos en cercanías o la separación de Antonio Banderas, alternados con titulares ligeramente modificados como: "Felipe VI abdica" o "Can Vías se traslada a Montjuïc". Imágenes publicitarias, datos sobre la industria armamentística y mensajes sobre la privacidad en internet han tejido un discurso político que ha ido de la mano del musical durante más de hora y media de concierto. A pesar de esta carga reivindicativa, el nuevo espectáculo de Massive Attack es menos narrativo que su anterior experiencia con el cineasta Adam Curtis y más adaptable a los escenarios musicales clásicos.

Con este concierto, el Sónar ha dado el pistoletazo de salida a tres jornadas de música que incluyen más de 150 actuaciones, que ofrecerán un recorrido por la música de baile desde sus orígenes -con Chic feat.nile Rodgers- hasta los nuevos referentes de la bass music -artistas como Rudimental, Dj Snake, Pretty Lights o Visionist- conviviendo con los nombres claves de la electrónica actual y futura como Four Tet, Oneohtrix Point Never, James Holden o Jon Hopkins.

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