UNO DE LOS TEMAS FUE DE LO MEJOR DE TODO EL DÍA
Monarchy, los monarcas del segundo día del Low Cost
El segundo día del Low Cost se presentaba expectante y emocionante, sobre todo por saber cómo se desarrollaban los directos de Portishead, Belle and Sebastian y Monarchy, tres de los grupazos de esta 5ª edición de festival de Benidorm.
El sábado había que ir pronto al complejo deportivo Guillermo Amor. A partir de las 20:00 horas estaba previsto una de las coincidencias que personalmente más me molestaba, Miss Caffeina en el escenario Budweiser y Wayne en el escenario Energy Sistem. Aunque los asistentes sí que parecía que lo tenían bien claro. La elección estaba a favor de los madrileños en el escenario principal. Pero no podía dejar de ir a echarle un ojo a los valencianos Wayne que tantas alegrías me han dado. Muy buena gente este grupo de chicos que sabe aprovechar las guitarras y el teclado en sus composiciones. Una de las bandas nacionales que tienes que ver en alguna ocasión. Una pena que coincidiera en el mismo horario que Miss Caffeina, porque Wayne merecía más gente en su directo.
La novedad más interesante del grupo fue la presentación de algún tema propio en inglés. ¿Se pasarán definitivamente a este idioma? Y es que se encuentran muy cómodos cantando en inglés. Habrá que esperar para comprobarlo. Con un solo disco en el mercado, 'Guión para un maníaco', la banda ya tiene un buen puñado de 'hits' que sonaron redondos en el escenario. 'Valiente', 'Malditos Bastardos' o 'Años 20' que en directo suenan aún más contundentes que en el disco. El año pasado ya estuvieron en el Low Cost concretamente en el Red Bull Tour Bus, y este año han dado el salto definitivo consolidándose como banda indie nacional a tener en cuenta. Da gusto ver crecer a una banda que trabaja y que se lo merece. Ojalá lleguen lejos.
Los chicos de Wayne estuvieron poco menos de una hora tocando, por lo que al acabar, aún quedaba tiempo de ver la actuación de Miss Caffeina. Con su nuevo y flamante disco 'De polvo y flores', el grupo ha conseguido posicionarse como una de las bandas favoritas de la escena indie nacional. Normal, porque su segundo larga duración viene lleno de temas potentes susceptibles de ser un éxito. Y así ocurre. Es sonar 'MM' y los 'lowers' se convierten como por arte de magia en adictos a las cafeína y no paran de bailar. Los chicos de Madrid tienen toneladas de esta sustancia para distribuir en pequeñas dosis. La siguiente era 'Hielo T' una de esas canciones que parece estar echa especialmente para los festivales. He de decir que estuvieron mucho mejor que los directos en sala, menos sosos y más enérgicos.
A continuación todo el mundo en el Low Cost tenía claro lo que hacer. Pues ver a Delafé y las Flores Azules por supuesto. Uno de los aciertos del cartel del festival estaba enmarcado en el escenario Energy Sistem y los desplazamientos se sucedían en masa hacía ese escenario. Era el turno del buen rollo y la alegría. Se aproximaba "una hora bailando", así lo anunciaba Óscar D'aniello A.K.A. Delafé, el vocalista y MC del grupo catalán. Acompañado, cómo no, por Helena Miquel, la voz femenina de la banda, empezaron a hacer de las suyas. Especialistas en fabricar felicidad y hacerlo pasar bien al público. Ésta es la máxima de Delafé y Las Flores Azules y la cosa es que lo consiguen sin mucho esfuerzo, o al menos, eso parece. Las cosas que parecen más fáciles son las que más trabajo llevan detrás.
Los allí presentes ya tenían la sonrisa dibujada en la cara. Esto fue posible con temazos como 'De ti sin mi' y la brutal conexión que existe entre el público y el grupo. Los problemas no existen durante esta hora de baile y felicidad. Los característicos pasos de baile del 'frontman' de la banda ya empiezan. Es un autentico Travolta este Óscar.
Momento ahora para el recuerdo retrocediendo 10 años atrás para recuperar uno de los super 'hits' de la banda. 'Mar el poder del mar' no se hizo esperar y nos trasladó a todos a ese paseo en bicicleta inolvidable. Voy a disfrutar este momento, cierro los ojos, perdonen un segundo, ahora vuelvo.
Estaba anocheciendo y la felicidad seguía con Delafé y Las Flores Azules en el escenario. Su show continuaba ajeno a cualquier tipo de problema y nos proponían hacer 'El Indio'. Puro espectáculo este tema que también tiene unos añitos. Uno de los momentos más bonitos del concierto se vivió cuando el público cantó el estribillo de otro clásico, 'Enero en la playa'. ¡Brutal! Luego, una sucesión de éxitos para terminar el concierto con 'La primavera' y 'Espíritu Santo'. Uno de los shows del sábado en el Low Cost, eso que quede bien claro.
Después de este chute de energía positiva, había que relajarse un poco. Que mejor que Belle and Sebastian. Más de diez personas sobre el escenario con violines, violonchelos y contrabajo incluidos. El grupo escocés era una de las apuestas fuertes del festival. Sin embargo su pop alejado de lo comercial parecía no gustar mucho al público más joven del festival. En el momento balada romántica el cantante, Stuart Murdoch, decidió que lo mejor era bajarse al foso y cantarla con ellos. Los situados en la primera fila pasaron un poco de él, así que no contento con estar ahí en medio, se subió a la valla para continuar la canción. Toda esta parafernalia no pega nada en una balada. El público aplaude con timidez, casi ni se escucha. Y es que los asistentes parecen estar más a otra cosa que al grupo.
Otra esperada actuación de la noche, los Portishead prometían sensaciones encontradas. La única actuación en España del grupo sería en el Low Cost, así que nadie quería desaprovechar la ocasión. El escenario Budweiser estaba a reventar. Para empezar, los vídeos de las macro pantallas eran diferentes, eso ya presagiaba cosas buenas. Su ritmo parece venir de otro planeta, es hipnotizante, envolvente y acogedor. Composiciones de trip-hop y acid-hop electrificaban a los asistentes, mientras que la voz de Beth Gibbons le inyectaba calidad y emoción al directo. Difícil no mover el cuello. El grupo, formado en Bristol en 1991, mezcla fantásticamente bien los scratches, la batería y una guitarra de ensueño.
El tema 'Glory Box' era, quizás uno de los más deseados y cuando llegó, cumplió con creces las expectativas. Erotismo, sensualidad y lo mejor, un final bestial que te arañaba y te hacía moverte sin control. Los ingleses hicieron muy bien su trabajo.
Los 'lowers' no paran y quieren más. En este segundo día, con una afluencia mayor a la del viernes (todos los rincones del recinto estaban absolutamente llenos), otro concierto que nadie quería perderse. era el de Dorian. Con una escenografía nueva con triángulos luminosos sobre el escenario, el grupo empezó más bien flojo, pero supo redirigirse con su habitual selección de 'hitazos' made in Dorian. 'Verte amanacer', 'El temblor', 'La mañana herida', 'Paraísos artificiales'... Nunca te puedes cansar de Dorian. Se hacen de querer. La banda catalana sabe lo que la gente quiere, pasarlo bien y bailar. Y mientras, nosotros, encantados de la vida. ¡Larga vida a Dorian!
El escenario Budweiser alojaba en su interior la propuesta de Crystal Castles. Techno agotador sin límites con llenazo increíble del campo de fútbol y de las gradas. A pesar de la pobre iluminación y un sonido no muy acertado, la gente parecía pasarlo bien. Sin duda, un concierto un tanto aburrido, sin más. Una pena para ser la única actuación del grupo en festivales nacionales.
Parecía mentira que el escenario Budweiser estuviera a reventar tan solo tres minutos después el otro escenario, el Energy Sistem, también lo estuviera. Mendetz tenía la culpa. Y es que los chicos del pop más electrónico proponen desenfreno bailable sin complejos. Además esa revisión del clásico de Gala, 'Feed from desire', es algo magistral.
La noche tenía que acabar por todo lo alto. No solo eso, sino que también lo hizo de forma elegante de la mano de Monarchy y su electrónica preciosista, bailable y con mucha vocación. Que presencia en el escenario por favor. No necesitan grandes efectos de iluminación, ellos solos con sus trajes y su música, nada más. A la gente le encantó. El grupo formado en 2009 fue el primero en emitir un concierto en el espacio. Esto dice mucho de su buen gusto, profesionalidad y, sobre todo, esa elegancia. Y es que desintegraron a todos los allí presentes. El temazo 'Desintegration' fue de lo mejor de todo un día cargado de buenas actuaciones. Así se va uno a gusto a casa.