La felicidad ya la pongo yo
La felicidad ya la pongo yo
Dan ganas de irse unos días a Dinamarca, ese que dicen el país más feliz del mundo, echando una mirada al Brasil del presunto corrupto blindado Lula da Silva, a la Europa decepcionante en el drama de los refugiados en el mar o el barro, o a los Estados Unidos donde se aplaude a alguien como Donald Trump.
Dan ganas de irse unos días a Dinamarca, ese que dicen el país más feliz del mundo, echando una mirada al Brasil del presunto corrupto blindado Lula da Silva, a la Europa decepcionante en el drama de los refugiados en el mar o el barro, o a los Estados Unidos donde se aplaude a alguien como Donald Trump.