Los gatos nunca han destacado por ser familiares y ociosos con sus dueños. Destacan más por ser animales individualistas, con una personalidad repleta de peculiaridades. A diferencia de los perros, los gatos no acostumbrar a jugar con sus amos. Prefieren perseguir a sus presas antes que recoger una pelota lanzada. Estos mininos que protagonizan nuestra fotogalería despiertan la curiosidad por su peculiar forma de esconderse ante la mirada de los más curiosos.