Un niño de solo tres años, capaz de bucear con soltura y sin oxígeno sobre la espalda de su madre
Fedor Afonasiev puede bajar a una profundidad de 128 metros con aletas y está acostumbrado a bucear sin oxígeno desde que tiene dos años. Sus padres son instructores y más de una vez ha buceado subido a la espalda de su madre.