EL VALOR NO SE ENSEÑA

Miguel Castander, recortador: "El toro, igual que te da la vida, te la puede quitar"

Para quien se pregunte qué sienten los recortadores y corredores, Castander tiene la respuesta: "Satisfacción personal".

Miguel Castander, recortador profesional y pastor, lleva toda una vida dedicada a los toros y su pasión por el mundo del toro es infinita.

Comenzó a recortar vaquillas con 14 años y uno de los sustos que más recuerda es una cornada en 1990. Tras 25 días de recuperación, volvió a salir a un concurso de recortadores en el que una vaca le volvió a dar en el mismo sitio en el que tenía los puntos de la anterior cornada.

Todos estos sin sabores son con los que se ve a los "buenos toreros que la afición nos nace desde dentro y nos lleva a hacer esta afición que yo no la llamaría locura", explica el recortador.

Para quien se pregunte que sienten los recortadores y corredores, Castander tiene la respuesta: "satisfacción personal". El reconocimiento propio y no el que nadie más te pueda dar, ni el reconocimiento ni las medallas valen, lo que uno siente al final es la satisfacción personal, explica.

Aunque para recortar y correr haya que estar en buena forma física, Castander afirma que cada uno tiene sus propias supersticiones o amuletos, él tiene sus muñequeras que, asegura, le dan suerte.

Y ¿dónde se aprende a recortar? Existen diferentes escuelas en varios puntos de España donde enseñan la técnica, como cuartear, quebrar o saltar, pero algo que no enseñan es "el valor" y cuenta que la técnica se puede aprender pero el valor no.

Además de ir a escuelas, algo que se tiene que hacer para aprender de verdad esta profesión es "dejarse aconsejar y repetir los movimientos", explica Castander y hasta que no se aprenda bien una cosa, no dar el salto a otra.

¿Lo más importante en el mundo del toro? "El respeto. El toro, igual que te da la vida, te la puede quitar", cuenta Miguel Ángel Castander.

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