La campaña da sus primeros pasos entre las pésimas expectativas del PSOE y el optimismo del PP, que toma la salida con 15 puntos de ventaja sobre su oponente.
De un lado Rubalcaba y su apelación al miedo y a la división. Acusa a los populares de obviar el discurso de los derechos sociales, de recortar servicios esenciales y libertades. Confía en captar así la atención de tres millones de votantes indecisos. Enfrente, Rajoy y su mensaje en clave económica. Asegura que sólo el PP puede dar la vuelta a la situación, como en el 96, y desde la concordia. Los dramáticos datos del paro, la amenaza de recesión, el hundimiento económico le brindan la oportunidad de gobernar. Además del trasvase de votantes en los principales graneros socialistas, Cataluña y Andalucía.
El coste de la campaña de la crisis será 40 millones de euros. Y más de medio millón el del debate en televisión, 30 actos de media por candidato en 15 días. Hasta el 20N.