CESE DE LA CAZA DE BALLENAS EN EL ANTÁRTICO
La Corte Internacional prohíbe la caza de ballenas en Japón
La Corte Internacional de Justicia ordenó el cese de la caza de ballenas en Japón, al estimar que Tokio escondía una actividad comercial haciéndola pasar por científica.
El ministro de Pesca de Japón, Yoshimasa Hayashi, ha anunciado la suspensión de los programas de investigación actuales sobre ballenas en el océano Antártico, apenas un día después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminara que la pesca de ballenas por parte de Tokio no tiene fines científicos y prohibiera la concesión de nuevos permisos.
Ante el veredicto, el Gobierno japonés expresó su "profunda decepción" por la sentencia, si bien se comprometió a cumplir la resolución judicial y revocar todos los permisos emitidos a los balleneros.
"En tanto que país que respeta el Estado de derecho (...) y miembro responsable de la comunidad internacional, Japón respetará la decisión de la Corte", dijo a la prensa el jefe de la delegación japonesa ante la CIJ, Koji Tsuruoka.
Hayashi, describió el fallo como "lamentable y profundamente decepcionante" pero no se ha pronunciado sobre qué pasará con los programas de investigación futuros, según ha destacado la cadena de televisión pública japonesa, NHK.
Asimismo, ha argumentado que las ballenas son una importante fuente de alimentos, al igual que cualquier otra especie marina, y ha apuntado que Japón mantiene su posición inicial de usarlas de manera sostenible y con fines científicos.
El juez incidió en "la falta de transparencia" del sistema de cuotas japonesas, que según estimó "no son razonables", y destacó el reducido número de publicaciones científicas en el marco del programa de investigación japonés JARPA II.
"Japón debe revocar todos los permisos, autorizaciones y licencias concedidos en el marco de JARPA II y abstenerse de otorgar cualquier nuevo permiso en virtud de este programa", ordenó el tribunal.
Por su parte, desde Australia, país impulsor de la denuncia, su fiscal general, George Brandis, ha manifestado su satisfacción por la sentencia y ha destacado que "tanto Australia como Japón se habían comprometido en distintas ocasiones a aceptar y respetar la decisión del tribunal".
Brandis ha opinado que la sentencia no influirá en las relaciones bilaterales ni en el acuerdo de libre comercio que negocian ambas partes. "Australia y Japón han entrado en una disputa sobre esta cuestión en la Corte Internacional de Justicia, pero mantienen unas excelentes relaciones a pesar de las diferencias", ha destacado en declaraciones recogidas por la cadena de televisión ABC.
La caza de ballenas está prohibida a nivel internacional desde 1986, pero países como Noruega, Islandia y otros continúan practicándola a pequeña escala, mientras que Japón se amparó en una normativa de la década de 1940 para seguir con esta actividad.
En los últimos 20 años unas 10.000 ballenas han muerto a manos de los balleneros japoneses supuestamente para fomentar la investigación sobre estos cetáceos.