INSCRIPCIÓN EN LA LÁPIDA DE SU SEPULTURA

"La concordia fue posible", la frase que acompaña a Adolfo Suárez a la eternidad

La frase, cargada de significado y simbolismo, recoge el recuerdo del mayor logro de la Transición que el propio Adolfo Suárez capitaneó. Los restos del expresidente del Gobierno y los de su mujer descansan en el claustro de la Catedral de Ávila.

Tras una vida marcada por el espíritu de consenso y de reconciliación, cuyo principal logro fue superar encontronazos y diferencias irreconciliables, un mensaje acompaña ya a Adolfo Suárez para la eternidad: "La concordia fue posible". Esta frase, que resume la época que capitaneó, la Transición, se puede leer en la lápida de la sepultura del expresidente del Gobierno y de su mujer, Amparo Illana Elórtegui.

La tumba se encuentra ubicada en el claustro de la Catedral de Avila, donde los restos del matrimonio reposan juntos tras la solemne ceremonia celebrada en el templo. 'Excmos. señores duques de Suárez', lleva inscrito la lápida, acompañado de los nombres de Adolfo Suárez y Amparo Illana con las fechas respectivas de su nacimiento y de su muerte. Tras ellas, puede leerse esa frase que resume el mayor éxito del primer presidente de la Democracia en España: 'La concordia fue posible'.

En medio de un imponente silencio, el ataúd fue introducido en el hueco al que este lunes fueron trasladados los restos mortales de Amparo Illana, fallecida en mayo de 2001 y que hasta ahora habían reposado en la capilla del convento de Mosén Rubí, situada a unos doscientos metros de la Catedral. Con la emoción contenida de la familia Suárez, la sepultura fue sellada y, sobre ella, se colocó la lápida.

Entre las autoridades que estuvieron en este momento, más íntimo, se encontraron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el expresidente José María Aznar y el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera. Ya en el exterior y en nombre de la familia, el hijo mayor del expresidente, Adolfo Suárez Illana, ha agradecido los gestos de cariño hacia su padre.

La Catedral de Avila, tras la celebración de la misa funeral, permanece cerrada al público por motivos organizativos, pero volverá a abrir sus puertas con normalidad a partir de este miércoles. Será el tercer y último día de luto oficial por Adolfo Suárez. En la retina de estos tres días quedan grabadas imágenes para la historia, las de homenaje a un político que ha concitado la máxima unanimidad en torno a su figura.

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