VARIOS CASOS EN LONDRES
'Au pair' españolas, convertidas en mano de obra barata en Londres
La figura de 'Au pair' puede ser la forma más económica de aprender un idioma y conocer otra cultura. La ley habla de 'intercambio cultural' pero, a veces, la realidad es muy distinta.
Pasan a convertirse en mano de obra barata, empleadas del hogar, sin contrato y sin seguro. Los reporteros de A Fondo han hablado con sus protagonistas y algunas aseguran que no repetirían.
"Que nos faltan camisas, todas estas camisas están planchadas, 7 camisas de la madre más 7 camisas del padre, si quieren que lo haga por lo menos que me paguen por ello. ¿Yo? ¿Chacha?". Así reza el diario virtual de una 'au pair' española.
Miriam viajó a Londres para cuidar a un niño de 4 años y se encontró fregando, aspirando, quitando el polvo, limpiando ventana. Los calzoncillos del padre, las braguitas de la madre. Mucho trabajo y una lista de normas, entre ellas, no compartir algunos espacios comunes con la familia.
"Por ejemplo, si los padres están en el comedor, yo no puedo ir al comedor. Yo creo que me voy a volver a España, esto es una mierda, no puedo más", cuenta.
Es la cara B de algunas 'au pair', condiciones abusivas porque al llegar a su destino las utilizan como empleadas domésticas, cuando no lo son. Es un intercambio cultural, no es un trabajo.
Tienen una paga semanal. Paula ganaba 85 euros semanales por 10 horas diarias. Llegó a sentirse humillada. "Era una campanilla de este tamaño, que estaba en la cocina y cuando quería algo para llamarme tocaba la campanilla", dice.
Algunas se han vuelto, como Tania, que tres meses después, sin aprender inglés y sin un euro. "Como escaseaba el dinero, no me pagaba, escaseaba la comida. No había comida en el frigo, el frigo estaba completamente vacío", se queja.
Para evitar sorpresas, se debe viajar siempre con el respaldo de una agencia y pactar por escrito las tareas. Como Linda, que pasa su verano en Madrid: "me siento como un miembro de la familia. Es una buena forma de aprender un idioma".