PODEMOS LOGRA CINCO ESCAÑOS
El 15-M llega a las urnas tres años después de su nacimiento
El descontento social que se plasmó en la primavera de 2011 ha cristalizado en las elecciones europeas de la mano de Podemos, cuarta fuerza política en España con 1.245.948 votos.
Tres años después, cuando muchos lo daban por amortizado, el descontento social que fraguó en el movimiento del 15M ha llegado a las urnas y lo ha hecho con una fuerza que ha sorprendido a sus propios impulsores.
Un millón doscientos cuarenta y cinco mil votos, casi el 8% del total; cinco escaños en el Parlamento Europeo; cuarta fuerza política del país. No es Podemos el partido del 15M, pero sí la opción que, a la vista de los resultados, ha sabido cristalizar mejor el descontento de aquellos "indignados" que fueron portada en publicaciones internacionales durante la primavera de 2011 hasta que (aparentemente) se fue diluyendo sin demasiadas consecuencias políticas.
Lo cierto es que no desaparecieron; durante este tiempo reivindicaciones surgidas del 15M y, sobre todo, la manera de organizarse, se plasmaron en varias iniciativas ciudadanas que han ido consiguiendo pequeñas victorias en campos muy concretos, como la oposición a los desahucios o la suspensión del proceso de privatización de la sanidad en Madrid.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca, el movimiento #15MpaRato, las agrupaciones en defensa de los preferentistas de Bankia... son ejemplos de que ese espíritu seguía vivo. ¿Dónde están sus líderes? ¿Cuál es su programa?, a esas y parecidas preguntas de políticos y tertulianos respondían algunos portavoces accidentales del 15M diciendo que lo que querían era una nueva forma de hacer política, una democracia más directa y participativa y que, para ello, no resultaba imprescindible tener un líder.
Esas nuevas formas de hacer política y esa apuesta por la democracia directa se traducen en fórmulas como los círculos Podemos o los kernel y las matrices, en el caso del Partido X.
Los círculos de Podemos son grupos de ciudadanos que se asocian a iniciativa de cualquiera que tenga algo que proponer, se reparten tareas y establecen contacto con otros círculos; proponen medidas para los programas electorales, candidatos...
En cuanto al rechazo a ponerle cara a sus propuestas, no todos los que aparecen como marcas electorales del 15M han mantenido ese planteamiento, aunque algunos lo han llevado a rajatabla, como la Red Ciudadana Partido X, que defiende que portavoces y representantes "son figuras totalmente demodés en el futuro, ya que la gente hace lo que sabe hacer en cooperación con los demás, según sus capacidades y posibilidades".
El Partido X ha cosechado algo más de cien mil votos en las elecciones europeas, un 0,64% de los votos, con lo que no ha conseguido colocar a su cabeza de lista, el informático Hervé Falciani en el Parlamento Europeo.
En ese rechazo a personificar sus propuestas y en la renuncia a la ideología, estriban las principales diferencias entre el Partido X y Podemos, la sorpresa de las elecciones, que precisamente ha fundamentado gran parte de su éxito en explotar la figura de su cabeza de lista, Pablo Iglesias.
Este profesor de Ciencias Políticas se ha hecho habitual de las tertulias políticas en televisión, hasta el punto de que Podemos decidió aprovechar su popularidad incluyendo su cara en el logotipo de la papeleta electoral, lo cuál les valió no pocas críticas.
También tiene nombre propio otro de sus futuros europarlamentarios, Carlos Jiménez Villarejo, el que fuera primer fiscal anticorrupción de España y autor de la denominada "directiva Villarejo", incluida en el programa electoral de Podemos, que propone una serie de medidas para poner coto a la corrupción.
A diferencia del Partido X, Podemos si hace gala de su ideología: son de izquierdas y tienen como objetivo dar el poder a los ciudadanos frente a lo que denominan "la casta" que, a grandes rasgos, vienen siendo los dirigentes del PP y del PSOE.
También parece haber votos "indignados" entre los 105.000 conseguidos por el Movimiento Red, la opción electoral liderada por el juez Elpidio Silva, suspendido de sus funciones por la instrucción del caso Blesa, o en los 30.000 de la agrupación electoral Recortes Cero, que contó con el apoyo expreso de la Asociación Democracia Real Ya, una de las más activas durante la eclosión del 15M.
Aunque el enemigo declarado de todas estas opciones políticas es el bipartidismo PP-PSOE, su víctima colateral parece haber sido IU que, aunque ha conseguido un gran crecimiento, podría haber subido más con esos votos que se han llevado los herederos del 15M.
De hecho, Podemos ha sustituido a IU como tercera fuerza política en Madrid, Baleares, Asturias, Aragón y Cantabria.
Se abren ahora muchas incógnitas respecto a si estas opciones políticas -con Podemos a la cabeza haciendo valer sus resultados- optan por agrupar fuerzas; si se acercarán a IU -donde también recalaron varios de aquellos indignados de 2011- o si su respaldo electoral proseguirá más allá de las europeas, elecciones en las que la circunscripción única les ha podido favorecer.
Pablo Iglesias, el vencedor de la noche electoral, asegura que esto es sólo el principio y que el objetivo es formar una alternativa de gobierno. Aún es pronto para saber si eso será posible, pero el 15M ya se ha asomado a las urnas.