El Sevilla certifica su pase a octavos con un empate en Eslovenia

El Sevilla FC rubricó su presencia en octavos de final de la Liga de Campeones por segundo año consecutivo con el empate (1-1) en su visita al Maribor, lo mínimo exigido para hacer los deberes en la última jornada.

Ha sido un discreto encuentro del cuadro español, que tuvo siempre el colchón de la goleada del Liverpool (7-0) al Spartak en el otro encuentro del Grupo E.

Los de Eduardo Berizzo, aún con Ernesto Marcucci en labores de técnico en el banquillo, saltaron con todo, sin reservar, para no depender de Anfield.

Sin embargo, el cuadro andaluz entró frío al Stadion Ljudski vrt esloveno y no participó del partido hasta el segundo tiempo, ya con un 1-0 en contra que pudo ser peor.

El Maribor, sin nada en juego, vendió cara su piel. Mientras, en suelo inglés, a los 20 minutos el Liverpool goleaba ya 3-0 a los de Moscú, el otro aspirante a la segunda plaza del Sevilla.

Con el pase en el bolsillo, por activa o por pasiva, el cuadro español mejoró su imagen en el segundo tiempo y generó las primeras ocasiones siempre bajo la batuta de Banega.

Un regalo para Ganso

El empate de Ganso, con regalo del portero rival, llegó en el minuto 75.

Con tres grados bajo cero, el Maribor se movió en su salsa y sacó las costuras de un Sevilla sin intensidad y contemplativo en defensa.

Hasta cuatro ocasiones claras tuvo el equipo local, con Tavares demostrando estar en racha para hacer el 1-0, por ninguna del visitante.

No podía sino mejorar el Sevilla tras el descanso. El toque de atención en vestuarios sirvió para que los de Berizzo saltaran con otra cara, con ritmo en los pases e intensidad para encontrar los huecos en la poblada defensa rival.

Banega encontró socios y sólo Handanovic, meta local, impidió el tanto de un Sevilla que creció también con la entrada de Navas y Ganso.

El ariete brasileño firmó el empate para que el Sevilla, por méritos propios, repita octavos de final de la 'Champions'.