CHAMPIONS JORNADA 2 | SPORTING 0-1 BARCELONA
El Barcelona reafirma su liderato con una carambola
Un gol de carambola a la limón entre Sebastián Coates y Luis Suárez da la victoria al Fútbol Club Barcelona, que se pone como líder en solitario del Grupo D.
Con lo justo. Y lo necesario. No ha necesitado nada más el Barça en su visita al José Alvalade, que se bastó de una carambola, un balón suelto que acabó por encontrar el fondo de las mallas tras resolverse un barullo en el que Luis Suárez salió vencedor del duelo contra su compatriota Sebastián Coates, para firmar la victoria contra el Sporting de Lisboa y ponerse como líder en solitario del Grupo D.
Poco queda del Barça depresivo de la Supercopa de España, totalmente superado por el Real Madrid, desbordado en los despachos. Desde el batacazo, los de Can Barça son otro equipo. Cuentan sus partidos por victorias. Ningún equipo ha conseguido rascarle un punto en los ocho encuentros oficiales desde el Clásico, dejando su portería a cero incluso en cinco encuentros.
La puesta en escena del Sporting de Lisboa cogió de imprevisto al FC Barcelona, que no supo cómo frenar la iniciativa de su rival. Con un estilo valiente y con confianza en sus opciones, dominaron el encuentro. No le quemaba el balón de los pies y volcó todo su juego por el costado derecho, buscando la espalda de un Jordi Alba con tendencia a la descolocación. En esa ambición contribuyó especialmente Bruno Fernandes que, con Gelson Martins como socio principal, lideró la ofensiva de un conjunto al que se le apagaba la luz cada vez que pisaba el área de Ter Stegen.
La historia no era muy diferente en el bando contrario. Al Barça le faltaba chispa, mucha chispa. Sin Deulofeu, postrado en la grada al ser uno de los descartes de Ernesto Valverde, se dependía en exceso de los destellos de Messi, que no lograba meter la marcha que exigía el partido. A su propuesta de juego, a contracorriente de lo que ofrecía el Sporting de Lisboa, le faltaba profundidad en los pases. El conjunto blaugrana buscaba con desesperación los escasos huecos que había en el entramado defensivo sin ningún éxito y no lograba hilvanar bien con Luis Suárez en los metros finales.
Con el mediocentro sin apenas participación en la circulación, con un Ivan Rakitic desaparecido en combate y muy grisáceo y con un Leo Messi especialmente vigilado, sin una marca tan pegajosa como lo fue la de Maffeo contra el Girona, su mayor peligro llegó en las jugadas a balón parado. Ahí radicó el único peligro, especialmente con una falta envenenada de Leo Messi que estuvo a punto de colarse en el segundo palo, pero sin llegar a lastimar en ningún momento a Rui Patricio.
Coates decanta la balanza a favor del Barça
El paso por los vestuarios lavó mínimamente la cara del Fútbol Club Barcelona. Ernesto Valverde supo dar con la tecla no solo en lo anímico, sino en el juego. Iniesta comenzó a participar más en la elaboración y Leo Messi retrasó unos metros para colaborar en la fase de creación. Pese a todo, el gol llegó de la única forma que el Barça generó cierto peligro. ‘La Pulga’ colgó un centro al corazón del área y a la limón entre Sebastián Coates y Luis Suárez el balón acabó entrando en la portería de Rui Patricio.
Con la diana en propia del central uruguayo, el partido entró en una fase de transición que favoreció los intereses del cuadro azulgrana. En un alarde de exceso de protagonismo, el colegiado Ovidiu Hategan tiró innecesariamente con un carrusel de tarjetas amarillas que rompió el ritmo de partido. Tampoco ayudaron los cambios introducidos por ambos técnicos, con el objetivo de oxigenar cada acción en los minutos finales.
Superadas todas las interrupciones, los de Lisboa acosaron en los minutos finales. Pudieron firmar tablas con una clara acción a falta de veinte minutos para el final pero la magnífica maniobra de Bas Dost no encontró un final feliz con un disparo centrado de Bruno Fernandes. Tuvo la suya también William Carvalho, que mandó el esférico a las nubes tras un giro dentro del área.
El Fútbol Club Barcelona guardó la ropa, espesó el partido y agotó los minutos con pases horizontales que no llevaban a ninguna parte. Tuvo algún que otro intento su rival, al que le faltó claridad y precisión a partes iguales. Sin demasiados merecimientos, los de Valverde tiraron de practicismo para llevarse los tres puntos del José Alvalade, con los que reafirma su liderato del Grupo D y metiendo tres puntos de ventaja tanto a Sporting de Lisboa como a Juventus. El Barça avista los octavos sin demasiado brillo.