YO TAMBIÉN SOY IMBATIBLE

El esfuerzo de Carlos Javier por "cambiar de ruedas"

Desde que sufrió un accidente, Carlos Javier se ha esforzado por llegar a una meta: un particular "cambio de ruedas". ¡No te pierdas su historia imbatible!

Me llamo Carlos Javier y soy un apasionado de las telecomunicaciones y el deporte desde que tengo uso de razón. Estudié en la rama de Electrónica Industrial, cuando se cruzó en mi camino una oportunidad laboral que en aquel momento no quise dejar pasar. Eran los inicios de la telefonía móvil y una multinacional me dio la oportunidad de trabajar, formarme y crecer, todo parecía rodado.

El 24 de octubre de 1997 sufrí un accidente laboral el cual me causó una lesión medular a nivel cervical (65% de discapacidad) y desde ese mismo instante tuve que reconducir mi vida, tanto en lo personal como por supuesto en lo laboral.

En lo profesional no tardé mucho tiempo en reincorporarme al mercado laboral después del accidente, no me veía en casa anclado. En estos 25 años he ido evolucionando poco a poco en cada salto laboral. En todo este tiempo he intentado desligar mi discapacidad física y demostrar que mi conocimiento y valía ha estado por encima de ella a la hora de trabajar, cierto es que me tuve que readaptar al mundo laboral.

Durante la pandemia me matriculé en un CFGS de Sistemas de Telecomunicaciones e Informáticos. Finalicé el primer ciclo mucho mejor de lo esperado y esto me animó a adelantar el salto al Grado. Toda esta carrera laboral y de formación la he compatibilizado con mi carrera de deportista adaptado.

El deporte como mejor rehabilitación

Después de meses de dura rehabilitación, mi paso por el Hospital Nacional de Parapléjicos y la "suerte" de que la lesión medular fuera incompleta, comencé a realizar leves movimientos y esto fue evolucionando a una tetraparesia con mayor afectación en hemiplejio izquierdo. Había recuperado parcialmente la movilidad en todo el cuerpo, duras y largas jornadas de rehabilitación empezaron a dar sus frutos.

Desde ese momento y hasta el día de hoy mi vida ha sido una constante lucha y el deporte ha sido mi máximo valedor. Desde que en 1998 me involucrase en el deporte adaptado de competición, no he dejado de disfrutar de él en diferentes modalidades. Primero lo utilicé como medio de rehabilitación, como el tenis de mesa para mejorar el equilibrio, aunque pasó de ser un pasatiempos a invertirle horas de entrenamiento hasta conseguir varios campeonatos/trofeos.

En 1999 conocí el mundo de la natación, de igual modo comencé como método de rehabilitación para ganar movilidad, mejorar capacidad pulmonar, etc, pero este me enganchó hasta el día de hoy. En todos estos años he conseguido bastantes trofeos, pero lo más reseñable fueron las 14 medallas en Campeonatos de España.

Mi penúltima aventura deportiva (siempre hay que dejar cabida alguna más) me llevó a iniciarme en el ciclismo hace 5 años. Con 42 años y desde que tuve el accidente no había vuelto a subirme a una bicicleta, tras pasar 20 años de este decidí que era el momento de volver a recuperar sensaciones pasadas, no sabía si sería capaz de guardar siquiera el equilibrio, pero las ganas de sentir el movimiento con velocidad, algo casi olvidado desde aquel entonces, me llevaron a ello. He logrado participar en Campeonatos de España de Ruta y Pista, Copas de España y Copas de Europa logrando diferentes preseas en ellas.

Es difícil vencer a quien no se rinde

No me pongo ninguna meta

No me pongo ninguna meta, aunque tampoco tope, ante todo quiero disfrutar de este deporte, cabe destacar que soy el único ciclista en España/Europa que compite con lesión medular en bicicleta convencional y no un handbike, quizás un factor no favorecedor para mí a la hora de competir con otros rivales, pero más retador en lo personal aun si cabe.

Desde el año 2020, soy embajador del proyecto Idemticos de la Fundación Alberto Contador, donde nuestra misión es dar visibilidad al ciclismo adaptado y facilitar la práctica de este a personas con cualquier tipo de discapacidad.

En mi vida personal, tengo la suerte de haber conocido a mi mujer Mar, que me complementa y soporta a partes iguales, nuestra afición común y más destacable es la de viajar, la cual nos ayuda a enriquecernos en infinidad de aspectos, 32 países llevamos en la mochila sin haberme planteado nunca "este destino no que me va a costar por mi discapacidad" y alguno de ellos fácil no ha sido.

Desde aquel 24 de octubre de 1997 mi leitmotiv es: "¡Es difícil vencer a quien nunca se rinde!". Creo firmemente que podemos y debemos contribuir aportando nuestro granito de arena a la sociedad porque tenemos mucho para aportar. No sé si soy IMBATIBLE, lo que sé es que es muy difícil superarme.